Autor: Sameera Naib
El impacto de las políticas en la conversión de la infraestructura de petróleo y gas para combustibles del futuro
La reutilización de las infraestructuras existentes de petróleo y gas es fundamental para acelerar la transición energética hacia un futuro con bajas emisiones de carbono. Es esencial contar con políticas sólidas y coordinadas para reducir los riesgos, impulsar la inversión y garantizar un progreso inclusivo. La estrategia de ROSEN en este contexto se centra en la participación en la regulación, la alineación técnica con los proyectos nacionales y la inversión en apoyo en las primeras etapas para ayudar a configurar y servir al panorama en evolución de las infraestructuras de hidrógeno. El Dr. ir. Sameera Naib, ingeniero sénior del ROSEN Group, destaca el papel fundamental de las políticas para permitir la conversión de las infraestructuras. Utilizando el caso reciente de colaboración con el Ministerio de Infraestructuras y Gestión del Agua de los Países Bajos, el Grupo ANTEA y ECORYS, explica nuestro compromiso con el apoyo a la transición energética mediante una estrecha alineación con los marcos políticos y el desarrollo de infraestructuras.
La transición de los combustibles fósiles tradicionales a alternativas bajas en carbono se está acelerando, y la conversión de la infraestructura existente de petróleo y gas desempeña un papel fundamental. Los objetivos nacionales de cero emisiones netas y los acuerdos internacionales sobre el clima (por ejemplo, el Acuerdo de París) presionan a las industrias para que reduzcan sus emisiones. Estos objetivos crean una necesidad urgente de modernizar o reutilizar la infraestructura de combustibles fósiles. Reutilizar la tubería, las instalaciones de almacenamiento y las terminales existentes suele ser más barato y rápido que construir otras nuevas. El uso estratégico de los activos heredados ayuda a evitar inversiones perdidas. Para las empresas especializadas en la gestión de la integridad de la tubería, es esencial comprender el entorno normativo para ofrecer soluciones eficaces de conversión de infraestructuras.
La importancia de las políticas en la conversión de infraestructuras
Los marcos normativos son fundamentales para permitir la transición de las infraestructuras tradicionales basadas en combustibles fósiles a sistemas que admitan combustibles del futuro, como el hidrógeno, el amoníaco, los biocombustibles y los combustibles sintéticos. Su importancia puede entenderse desde varias dimensiones críticas:
- Establecer objetivos estratégicos para ayudar a alinear a todas las partes interesadas (industria, inversionistas, público, etc.).
- Reductor del riesgo de la inversión mediante herramientas políticas, como subsidios, incentivos fiscales y garantías que reduzcan el riesgo financiero y fomenten la adopción temprana.
- Garantizar la certeza normativa proporcionando entornos normativos claros y estables y estableciendo normas estandarizadas (por ejemplo, para la calidad del combustible, los límites de mezcla, la seguridad y el acceso a la tubería, etc.).
- Impulsar la innovación y la adopción mediante la introducción de tecnologías emergentes en el mercado.
- Transición inclusiva garantizando los benefits para los trabajadores y las comunidades, especialmente aquellos que históricamente han dependido del petróleo y el gas, mediante el desarrollo de habilidades y la creación de oportunidades.
- Planificación colaborativa evitando la fragmentación de los esfuerzos nacionales y regionales (por ejemplo, centros de hidrógeno, redes de CO₂).
Sin políticas sólidas, coherentes y con visión de futuro, la conversión de las infraestructuras de petróleo y gas para dar soporte a los combustibles del futuro se enfrentaría a importantes retrasos, costos de altura y un mayor riesgo de activos varados. Las políticas actúan como catalizador y salvaguarda en esta compleja transición.
Desafíos políticos en la conversión de infraestructuras
Si bien las políticas desempeñan un papel fundamental en la transición hacia sistemas energéticos bajos en carbono, existen varios retos que pueden obstaculizar la conversión efectiva de la infraestructura de petróleo y gas. Estos retos pueden generar retrasos, aumentar los costos y limitar la confianza y la inversión del sector privado. A continuación se presentan los principales retos en materia de políticas:
- La incertidumbre regulatoria debido a la falta de claridad a largo plazo, los frecuentes cambios de política o las prioridades políticas cambiantes y las definiciones vagas de términos importantes.
- Los retrasos burocráticos en la obtención de permisos y aprobaciones a nivel local, regional y nacional pueden retrasar considerablemente los proyectos.
- La falta de normas armonizadas entre regiones o países complica el desarrollo de infraestructuras transfronterizas y el comercio.
- La brecha en las soluciones de financiamiento entre las infraestructuras de combustibles fósiles y las alternativas limpias, lo que hace que las conversiones sean poco atractivas desde el punto de vista económico.
- El riesgo de activos varados es muy altura sin marcos normativos de apoyo. Los operadores pueden mostrarse reacios a invertir en modernizaciones, por temor a que la infraestructura quede obsoleta antes de alcanzar la plena amortización.
- El desalineamiento de las políticas con la preparación del mercado o la disponibilidad de infraestructura da lugar a cuellos de botella.
- La resistencia social y política provoca retrasos o cancelaciones de proyectos.
Enfoque en los Países Bajos: contexto político y de mercado
Los Países Bajos destacan en Europa por sus esfuerzos activos para reutilizar una gran parte de su infraestructura de gas natural principalmente para el transporte de hidrógeno. Los planes respaldados por el Gobierno prevén que entre el 60 % y el 90 % (las cifras varían según las fuentes) de la red nacional de hidrógeno se establezca utilizando tuberías convertidas.
En los Países Bajos, los objetivos climáticos están profundamente arraigados en la legislación nacional. El Acuerdo sobre el Clima y la Ley del Clima neerlandesa (Klimaatwet) establecen objetivos ambiciosos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en un 49 % para 2030 y en un 95 % para 2050 (en comparación con los niveles de 1990). La consecución de estos objetivos requerirá una transformación significativa del sector energético, en particular de la infraestructura construida originalmente para el transporte y el procesamiento de combustibles fósiles.
Las políticas han sido fundamentales para:
- Definir objetivos a largo plazo (por ejemplo, los objetivos de CO₂ para 2030).
- Asignar fondos públicos y subsidios tales como:
- Nationaal Groeifonds
- SDE++
- GroenvermogenNL
- DEI+
- TKI Nieuw Gas
- Establecer marcos legales y normativos (por ejemplo, la nueva Ley de Energía, que entrará en vigor en 2026).
- Designar operadores y entidades públicas para que se hagan cargo de la futura infraestructura de combustible (por ejemplo, HyNetwork Services, una filial de Gasunie).
Estos avances presentan oportunidades prometedoras para los desarrolladores de infraestructura, los proveedores de tecnología y los socios de servicios. Sin embargo, el entorno normativo también presenta riesgos estratégicos críticos, tales como:
- Débil viabilidad económica e incertidumbre del mercado
Muchos proyectos de hidrógeno siguen en fase de viabilidad. Los costos siguen siendo altos y la demanda a largo plazo es incierta. - Complejidad técnica y seguridad
La conversión de las tuberías debe tener en cuenta el impacto del hidrógeno en el acero, incluida la fragilización, y garantizar el control operativo, como la supervisión de la presión. Estos factores requieren costosas actualizaciones y certificaciones. - Complejidad normativa y de propiedad
Las diferentes normas para las tuberías terrestres y offshore, y la falta de claridad del régimen jurídico que regula la transferencia de tuberías privadas a operadores públicos añaden complejidad y posibles retrasos.
Nuestra contribución a la consecución de los objetivos políticos
La estrategia de ROSEN en los Países Bajos refleja nuestro compromiso con el apoyo a la transición energética, alineándonos estrechamente con los marcos políticos y el desarrollo de infraestructuras. Esta contribución se estructura en torno a tres pilares fundamentales:
- Alineación estratégica
Mantener una estrecha alineación con los plazos de implementación nacional y los planes de infraestructura (por ejemplo, HyWay27, H2 backbone). - Colaboración y asociaciones
Fortalecer la colaboración con los operadores de redes y los responsables políticos para garantizar que nuestras capacidades técnicas se adapten a la evolución de las regulaciones. - Inversión específica en clústeres
Invertir en inteligencia de mercado y apoyo a proyectos en fase inicial, especialmente en clústeres industriales como Rotterdam, Groningen y Limburgo, donde el proceso de reconversión está más avanzado.
ROSEN, en colaboración con ANTEA Group and ECORYS, ha llevado a cabo recientemente un proyecto de investigación para el Ministerio de Infraestructuras y Gestión del Agua (I&W) de los Países Bajos. El objetivo de este estudio era conocer las oportunidades de reutilización de las tuberías existentes en los Países Bajos y evaluar la viabilidad de las tuberías polivalentes. En concreto, la investigación se centró en:
- Identificar la infraestructura actual de la tubería.
- Determinar los ajustes técnicos y organizativos necesarios para la reutilización.
- Evaluar los posibles riesgos y obstáculos para la implementación.
Además, el estudio examinó las opciones políticas y las medidas que el Gobierno podría adoptar para promover la reutilización y la utilización multipropósito de la tubería.
Esta investigación fue relevante desde el punto de vista social, científico, técnico, político y práctico. El estudio demostró que la reutilización de la tubería existente podría actuar como Reductor de las emisiones de CO₂, apoyar la transición energética, crear nuevas oportunidades de negocio y minimizar las costosas inversiones nuevas. El estudio proporcionó información valiosa sobre los aspectos técnicos, económicos y políticos de la reutilización de la tubería, en consonancia con los objetivos de la economía circular y garantizando la seguridad y la fiabilidad. También ofreció orientación basada en datos empíricos para que los responsables políticos y la industria promuevan y apliquen eficazmente la reutilización de la tubería.
En resumen, ROSEN demuestra un claro compromiso con una transición energética segura, eficiente y basada en políticas, combinando la alineación estratégica, las sólidas alianzas y las inversiones específicas. Una investigación reciente para el Ministerio de Infraestructura y Gestión del Agua (I&W) reforzó este compromiso al proporcionar valiosos conocimientos técnicos, económicos y políticos sobre la reutilización de tuberías, lo que permite una toma de decisiones informada y acciones prácticas que apoyan la sostenibilidad, prolongan la vida útil de los activos y aceleran el cambio hacia un transporte de energía más limpio.