Rompiendo barreras: inspección en línea para tuberías de betún de alta temperatura
Una solución MFL-A para altas temperaturas permite realizar inspecciones de corrosión seguras y confiables en condiciones extremas.
El betún es un material muy viscoso que no se puede bombear a temperatura ambiente. Para poder transportarlo por tuberías, es necesario calentarlo a temperaturas que suelen rondar los 140 °C. Este calentamiento reduce la viscosidad y permite que el betún fluya.
Las herramientas de inspección en línea estándar no están diseñadas para entornos con temperaturas tan altas. Los componentes electrónicos y las baterías suelen estar clasificados para temperaturas máximas de funcionamiento de alrededor de 65 °C. Incluso un exceso moderado de estos límites puede provocar un mal funcionamiento o fallo de los componentes críticos para la adquisición de datos.
A temperaturas significativamente más altas, las propiedades de los materiales de diferentes componentes críticos comienzan a cambiar. Por ejemplo, las copas de poliuretano, que se utilizan habitualmente para centrar e impulsar herramientas en línea, se vuelven más blandas, lo que puede comprometer la estabilidad de la herramienta y aumentar el riesgo de que se quede inmóvil en la línea.
Debido a estas limitaciones, las tuberías que transportan betún caliente han quedado tradicionalmente excluidas de los programas habituales de control de la corrosión. Esto deja a los operadores sin datos fiables sobre el estado de las tuberías y aumenta el riesgo de que no se detecte la pérdida de pared. Para eliminar este riesgo, un cliente de Canadá se puso en contacto con ROSEN para encontrar una solución.
Descripción del Activo:
- Tamaño nominal de la tubería: 24 pulgadas
- Temperatura máxima de diseño: 149 °C
- Producto: betún
- Distancia: 90 km
- Espesor de la pared: de 9 mm a 11,2 mm
- Radio de curva: 5,0 D
Nuestra solución
Para permitir la inspección de la tubería de 24 pulgadas, se desarrolló una herramienta de fuga de flujo magnético (MFL-A) para su aplicación en líneas de líquidos a alta temperatura.
Entre las diversas medidas, una característica clave del diseño es el uso de un material de cambio de fase que rodea los componentes electrónicos. Este material es sólido al inicio de la inspección. A medida que la herramienta se desplaza por la tubería caliente, el material comienza a derretirse, absorbiendo el calor del exterior. Durante este proceso de fusión, la temperatura dentro de la Herramienta se mantiene casi constante, ya que el calor se utiliza para cambiar el estado del material en lugar de calentar los componentes electrónicos. Se formó un amortiguador protector que protege todos los componentes sensibles y garantiza la adquisición continua de datos desde el lanzador hasta el receptor.
Las cups and discs se sustituyeron por cepillos de anillo metálico y discos de chapa metálica. Estos componentes proporcionaban el soporte y la resistencia al flujo necesarios para garantizar una propulsión fiable a través de la tubería. Además, otras piezas, como imanes, adhesivos y juntas, se sustituyeron por materiales aptos para un uso continuo a altas temperaturas.
Desde su primera utilización, la Herramienta ha inspeccionado 630 km de tubería con temperaturas de hasta 147 °C y un tiempo de exposición al calor de hasta 21 horas.
Su beneficio
Esta solución permite a los operadores realizar inspecciones de corrosión en tuberías de betún caliente, algo que antes no era posible. La herramienta se puede utilizar durante el funcionamiento normal, lo que supone
un impacto mínimo en la producción. Al permitir una inspección periódica, facilita la detección temprana de defectos, mejora la seguridad operativa y ayuda a mantener la integridad de la tubería. Esto contribuye a mejorar la gestión de riesgos, reducir el tiempo de inactividad y aumentar la confianza en el rendimiento a largo plazo de la tubería, lo que en última instancia aumenta significativamente el valor económico de los activos del operador.