En pocas palabras:
Cuando te sientes mal, generalmente vas al doctor a revisar tu historia clínica, así como tu condición actual.
La Evaluación FFP (Fitness-for-Purpose) podría describirse como el expediente médico de un ducto y por ello es una herramienta importante para cualquier inspección. Nos permite saber si la línea está “enferma” o necesita ajustes para mejorar su calidad de vida a fin de garantizar una operación segura y libre de riesgos, ya que los riesgos podrían comprometer la operación y la vida de los seres humanos o los ecosistemas. Un análisis, reporte o evaluación de FFP nos dice el estado actual de un ducto específico y nos permite realizar las acciones adecuadas para evitar daños inmediatos o daños en un futuro próximo. Es necesario recordar que todos los involucrados en este proceso tienen una gran responsabilidad.
El diseño de una tubería requiere diferentes códigos que incluyan niveles de aceptación prescritos para garantizar la calidad de fabricación y, por lo tanto, asegurar su funcionamiento. Sin embargo, durante la construcción y operación, las tuberías están sujetas a mecanismos de degradación y envejecimiento, como la presencia de anomalías de corrosión. Según los estándares de calidad de diseño, estas anomalías no pueden considerarse aceptables, a pesar de que en algunos casos es probable que no afecten la integridad de la tubería. Por lo tanto, en las décadas de 1960 y 1970, el Instituto Batelle de Ohio comenzó a desarrollar una serie de ecuaciones para evaluar las anomalías de corrosión e identificar si son o no aceptables para una operación segura en el momento en que se detecten.
FFP: FITNESS FOR PURPOSE
El objetivo principal de una evaluación fitness-for-purpose es estudiar las anomalías reportadas por una inspección de integridad. En este caso particular, nos enfocaremos en las anomalías reportadas durante una inspección interna (ILI, por sus siglas en inglés).
ILI: ANÁLISIS DE RESULTADOS
Las inspecciones internas con herramientas de fuga de flujo magnético axial y circunferencial (MFL, por sus siglas en inglés) y RoGeo Xt (geometría extendida) nos permiten identificar anomalías de pérdida de metal asociadas con la corrosión, anomalías introducidas en la línea durante los procesos de fabricación o construcción, así como anomalías que puede dañar la geometría de la línea. Dentro del reporte de FFP, se podría considerar un diagnóstico de corrosión. Esto nos podrá ayudar a identificar el origen de estas anomalías, es decir, si tuvieron su origen antes de la puesta en servicio, durante la operación o si aún estaban activas en el momento de la ILI. El diagnóstico se enfoca en la caracterización de las anomalías, ya sea por su posición horaria a lo largo de la circunferencia del carrete, por la profundidad reportada o por su asociación con los accesorios de la tubería a lo largo de toda su trayectoria.
Este diagnóstico puede estar respaldado por una herramienta de mapeo que tenga en cuenta las coordenadas de las anomalías para permitir la georreferenciación a lo largo del terreno del ducto e identificar su distribución dentro de áreas específicas, tales como asentamientos humanos, o áreas susceptibles, como reservas ecológicas o ecosistemas protegidos.
La caracterización y el mapeo de las anomalías más la recopilación de datos del ducto pueden dar como resultado un diagnóstico de corrosion que nos ayude a identificar la probabilidad de corrosión inicial y la condición actual del ducto. El objetivo también es brindar recomendaciones específicas para realizar acciones de prevención o mitigación en la línea.

Figura 1 – Ejemplo de diagnóstico de corrosión
EVALUACIÓN FFP – INTEGRIDAD INMEDIATA
Como se mencionó anteriormente, el objetivo principal de una evaluación / reporte de FFP es la evaluación de las anomalías reportadas durante la inspección interna. Una evaluación de integridad inmediata, como su nombre indica, nos permitirá priorizar las anomalías que fallarán de inmediato, es decir, en el momento en que se realice la inspección interna.
La evaluación FFP puede incluir diferentes metodologías de evaluación desarrolladas a través de códigos de evaluación internacionales o nacionales (dependiendo de la región). Entre las principales normas o estándares se encuentran las siguientes:
- ASME B31.G 2012
- API 579
- DVN RP F 101
En el caso de México, la NOM-009-ASEA-2017 es la norma vigente.
El objetivo principal de estos códigos es identificar, mediante una evaluación, los riesgos que representa cada una de las anomalías, evitar accidentes, mantener el funcionamiento del ducto y la seguridad de todos los implicados, operadores y terceros.
Uno de los códigos de anomalías de corrosión más utilizados es el ASME B31. G en sus versiones original y modificada. La diferencia entre ambos métodos radica en el uso del área de aproximación, es decir, la forma en que se estima la profundidad de la anomalía. El ASME B31.G modificado es un método menos conservador y, por lo tanto, es el que los operadores eligen con frecuencia para realizar sus evaluaciones.
La ventaja de trabajar con el ASME B31. G es que los datos de evaluación son proporcionados por la ILI, por lo que no es necesario realizar un trabajo adicional para obtener nueva información. Esto significa que el presupuesto se mantendrá dentro de los límites establecidos y no habrá un aumento de costos para el operador.

Figura 2 - Manual para Determinar la Resistencia Remanente en los Ductos Corroídos
Es importante mencionar que las anomalías de pérdida de metal que no están asociadas con la corrosión, es decir, las anomalías de fabricación de los carretes o las anomalías originadas durante la construcción del ducto también se pueden evaluar, aunque no por los mismos métodos utilizados para las anomalías de corrosión.
Las evaluaciones para este tipo de anomalías se basan en las ecuaciones NG-18 y se supone que la falla ocurre durante el colapso plástico, por ejemplo, anomalías en soldaduras dúctiles.
EVALUACIÓN FUTURA
El estudio de integridad futura consiste en un concepto básico: una proyección de las velocidades de corrosión interna y externa (previamente estimadas) para un número "X" de años, con el fin de identificar la vida útil restante (RLT, por sus siglas en inglés), es decir, el tiempo estimado en el cual las anomalías necesitarán atención, verificación o reparación durante los próximos años. Teniendo esto en cuenta, podemos decir que la integridad futura nos permite crear un plan de mitigación y atención preventiva que podría reducir el riesgo de incidentes durante el tiempo al que se proyectaron las anomalías.

Figura 3 – El estudio de integridad futura ayuda a identificar el tiempo de vida restante para las anomalías de pérdida de metal
Authors
Rosa de la Torre
Rosa es graduada en Ingeniería Mecánica, con 12 años de experiencia trabajando en el Sector Energético de los cuales siete han sido en ROSEN, donde ha colaborado en diferentes proyectos en México, Centroamérica y EE.UU. como Ingeniera de Integridad. Cuenta con una amplia experiencia en la elaboración de Reportes FFP, evaluación de crecimiento de corrosión y evaluación de deformaciones por abolladuras. Además ha participado en seminarios y webinars con el objetivo de aportar conocimientos y soluciones a nuestros clientes y operadores de ductos.